
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.6% para México en este año, una leve desaceleración de tres décimas respecto al 2022, pero por encima de su previsión de septiembre de 2.9 por ciento.
Sin embargo, previó que para el siguiente año la economía mexicana crecerá 2.5%, ante una probable desaceleración económica en Estados Unidos.
Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, dijo que pese a que Estados Unidos ha mostrado una resiliencia económica más allá de lo que todos esperaban a principios de año, se espera una desaceleración de su economía a 1.5% para el 2024 desde 2.1% de este año.
“Hay un entorno internacional más complejo que está afectando la dinámica de crecimiento de nuestros países pero, en el caso de México, se debe a su cercanía con Estados Unidos”, explicó Titelman en conferencia de prensa durante la presentación del “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023”.
Otro factor que el organismo ve negativo para la economía mexicana es la desaceleración de los flujos comerciales a nivel mundial.
No obstante, la Cepal destacó la fortaleza del consumo y el gasto a lo largo del año, que han presentado un crecimiento mayor al estimado a inicios del 2023 pese a una inflación persistentemente alta y unas tasas de interés elevadas.
Asimismo, señaló que el nearshoring y la inversión pública hicieron crecer 19.7% la inversión fija bruta en los tres primeros trimestres del año.
La Cepal también se refirió al huracán Otis, que golpeó con fuerza las costas de Guerrero en octubre y dejó fuertes daños al puerto de Acapulco, al señalar que el impacto del fenómeno natural se traduciría “en una leve reducción del PIB del país al cierre del año”.
Respecto a la inflación, el organismo celebró que el alza de precios se ha desacelerado en la mayoría de los países, entre ellos México, siendo Argentina, Cuba, Haití, Surinam y Venezuela, los países que atraviesan procesos de “inflación crónica”.
Para el cierre de año, la inflación de México se situaría en alrededor de 4.5% desde 7.8% que estimaban en diciembre del año pasado. De acuerdo con el organismo, las causas por las que aún no se logra llegar al objetivo de inflación de 3% del Banco de México son el aún alto nivel de precios de algunos productos alimenticios y de las materias primas, así como de algunas restricciones en las cadenas de valor.
Así, para el siguiente año, se estima un alza de precios de 4.0%, esto como resultado del persistente aumento de los precios de algunos bienes de consumo.
“Además, el alto déficit presupuestario del 2024, que presionará la inflación al alza, podría obligar a mantener altas tasas de interés por más tiempo”, advirtió la Cepal.
Déficit es sostenible
Pese a que el Presupuesto de Egresos del 2024 establece un déficit presupuestario de 4.9% del PIB, el más alto desde 1988, Titelman señaló que esto no es preocupante ya que esta deuda “todavía se sitúa en lo que uno consideraría una trayectoria sostenible dentro de la economía mexicana”.